julio 27, 2024

Conociendo a Edgardo Hidalgo

Por Amelia Donoso

Para escribir “…siempre tiendo a empezar desde la ciencia (o lo razonable, lo lógico) y después derivo hacia una visión aplicada a lo humanista y el mundo de los sentimientos. Pareciera que se ha constituido en mi estilo.”

¿Nos cuenta donde nació, ¿dónde ha vivido parte importante de su vida.? Algo sobre su familia.

Mis padres eran de La Serena, contadores. Se casaron y se contrataron en Chuquicamata en la década del 30. Tres hijos nacieron allí entre 1937 al 1940, y la última en Santiago. La infancia fue muy feliz. Mi padre, deportista, tuvo un grave accidente en Antofagasta y quedó lisiado. Jubilado tempranamente nos vinimos a Santiago ( la etapa dura) donde residí hasta 2011 fecha en que ya jubilado me vine a vivir a Villarrica, con mi esposa. Mis 4 hijos, todos casados y profesionales, viven repartidos en Sgto.., Antofagasta y Tampa (USA).

Usted es Kinesiólogo y fue académico de la Universidad de chile: ¿nos puede contar en qué tiempo desarrolló estas actividades y qué significó para usted ser formador de jóvenes?

Mi primera opción fue periodismo y la segunda kinesiología. Ingresé a “la Chile” y nunca más me fui. En el segundo año gané una ayudantía de microbiología, después pasé a Anatomía. Una vez egresado recibía alumnos para la práctica profesional. Gané una beca a México para estudia un máster en organización de Escuelas. Trabajé 7 meses para la Oficina Panamericana de la Salud en México y Cuba (1970). Volví a Chile y desarrollé mi carrera académica desde profesor auxiliar a titular y director de la Escuela de Kinesiología (cuando volvió la democracia), para jubilar el 2003. Desde 1966 hasta mi retiro todos los Kinesiólogos fueron mis alumnos y encontrarlos ahora como profesores y dirigiendo escuelas a lo largo de Chile es una satisfacción que llena el alma y justifica haberlo vivido. Sigo conectados con la Escuela y me felicitan con sorpresa por mi nueva etapa de “escritor”. También tengo ex alumnas de la escuela de danza de la Chile, donde extendí mi horario académico por 25 años.

Me gustaría contarles que entre 1985-8 fui presidente del Colegio de Kinesiólogos y participé en la organización de las grandes huelgas contra la dictadura de la época en la “Federación de Colegios Profesionales Universitarios”. Desde entonces acuñé la frase:  “la palabra oral y escrita quiebra más vidrios que las piedras” También cree la revista oficial del Colegio de Kinesiólogos, donde fui su director:  “7 años y más”.

¿Cuál fue el primer texto que publicó?

Mi inicié en las letras desde el área científica. Mi primer libro se titula “Facilitación neuromuscular propioceptiva” de 1967. Después, 1987 y 1990, publiqué 2 libros más sobre estilos de vida saludable (El movimiento es vida) y elongaciones musculares (Tenso-elongación), como resultado de mis 25 años como profesor de la escuela de Danza de la U. de Chile, que me vinculó al arte visual y la TV. Los 3 textos los doné a una biblioteca pública.” academia.edu “, de California (EE. UU.) y pueden ser bajados gratuitamente en todo el mundo.

Después de jubilado empecé a escribir otro tipo de literatura: uno editado por la Facultad de Medicina de la U de Chile, otro editado por la Gran Logia (“La libertad”) y el último, una novela sobre el “73” cuando fui a organizar la Escuela de Kinesiología de la U. de Concepción. Constantemente escribí artículos científicos para Congresos y revistas (muchos en 47 años de ejercicio profesional) y ahora -de jubilado- literatura, por tanto, siempre me he mantenido cerca de las comunicaciones sociales.

Usted también participa de la revista Iniciativa Laicista, ¿desde cuándo y que significa para usted esta labor?

La verdad es que también en el Departamento de Comunicaciones del Supremo Consejo, que publica el portalciterior.cl, la Revista Citerior y los Cuadernillos escoceses. En ambas fui incorporado por invitación como editor y para escribir un artículo periódicamente en cada número. Ha sido mi alimento intelectual para estos años viejos de edad, pero jóvenes para la creatividad literaria. Me he dado cuenta de que me gusta la crónica y el ensayo y en ese formato escribo sobre todos los temas; pero siempre tiendo a empezar desde la ciencia (o lo razonable, lo lógico) y después derivo hacia una visión aplicada a lo humanista y el mundo de los sentimientos. Pareciera que se ha constituido en mi estilo.

¿Qué significa para usted ser un libre pensador?

En el libro “la Libertad” abordo el tema ampliamente. Para el homo sapiens-sapiens (mujer y hombre) la libertad de pensar ha sido el valor más apreciado y conculcado a través de la historia. Es el verdadero camino a la libertad plena y desde allí a la felicidad. La libertad física la pueden quitar, o restringir; pero la libertad de pensar es propia e inviolable. Pero somos imperfectos y muchas veces nosotros mismos lo conculcamos con la aceptación de dogmas, intolerancias, temores, prejuicios, todos limitantes del libre albedrío. No basta tener conciencia del ser, debemos también asumir el poder ser y en razón de él usar los caminos de la libertad para defender el libre albedrío. Es mi más apreciado valor y sin él, me siento fenecido.

¿Qué opinión tiene usted del mundo de las letras en el Chile actual?

Somos un país de escritores con 2 premios Nóbel, por tanto, es un gran desafío para los nuevos literatos chilenos. Creo que la legislación -de ayer y de hoy-no favorece ni facilita escribir, o leer, literatura. El rigor, la adversidad, es un gran estímulo para fortalecernos y lograr nuestros sueños, y en Chile hay muchos escritores que han sido fruto de ello. En los Encuentros de escritores de Caldera, comprobamos la enorme cantidad de escritores urbanos y rurales sin recursos, que no pueden publicar por los altos costos, pero siguen escribiendo prosa y poesía: ¡Es admirable! Finalmente, Chile tiene en América una historia muy particular, social y política, que es mirada con mucho interés y ello estimula a ponerla en un papel, muchos lo hacen, pero publicarlo es el problema no resuelto.

Conociendo a Edgardo Hidalgo comentarios en «2»

  1. Un gran profesional y escritor, lo conocí personalmente en el Segundo Encuentro de Escritores de Caldera en octubre pasado. Una gran persona junto a Ersula, su esposa. Compartimos la visita a un colegio donde cómo escritores dimos charlas a alumnos de Educación Básica y Media sobre lo que hace el escritor, una tarea que no es fácil , que requiere dedicación y tener claridad en lo que quiere transmitir.

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