diciembre 4, 2024

EXITOSA PRESENTACIÓN DE MARTÍN FAUNES EN FILSA

«EL HOMBRE DEL ABRIGO AMARILLENTO Y OTROS EPISODIOS DE RESISTENCIA»

Por Carlos Salazar Arredondo

Resistencia, palabra que cambia con los años, así como cambio yo en esta tierra propia y tan lejana. Al principio tuvo todo su real significado: “Fuerza que se opone a la acción de otra fuerza”, en ese pensamiento mágico que creyó en que de alguna manera existía una organización capaz de oponerse a la dictadura. “Mucho más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas”. “La batalla de Chile aún no ha terminado”. Cuando comprendimos que la ola de fuego nos pasó porencima, ya nada volvió a ser como era. La resistencia se volvió un grito de esperanza; “compañero Ricardo, presente, ahora y siempre”, la persistente memoria fue nuestro camino, cuando recuperamos esta aparente democracia.

Las manos salieron del desierto, se levantaron paredes esculpiendo nombres, casas de recuerdo, emblemas y símbolos. Hoy la memoria es nostalgia ante las nuevas generaciones. Por eso los cuentos de Martin Faunes Amigo aparecen como episodios incidentales, textos entrelazados unos con otros, que forman un todo, un conjunto. Son narraciones que se unen, personajes que vuelven a aparecer, como espíritus que persisten en vivir por los alrededores inciertos de la literatura.

En este libro las historias suelen explorar temas profundos, a menudo centrados en la experiencia humana y la conexión con la naturaleza y el mundo emocional. Martín ha logrado hacerse un espacio en el ámbito literario con un estilo único y reflexivo, que resuena en lectores interesados en literatura introspectiva y poética.

Son bellos cuentos, surgidos de las vivencias propias y ajenas, narrados en primera persona, donde también aparece el pájaro fisgón de color pardo, tradicional en sus trabajos. Son narraciones llenas de heroísmo, coraje, amor, erotismo y tragedia. Es que recordar a los compañeros, compañeras, hermanos y amigos, devorados por las hienas, es una tarea que sólo el valor puede llevar a cabo.

“El hombre del abrigo amarillo y la mujer que lo amaba”, es un relato de Martín Faunes que destaca por su sensibilidad y profundidad en la exploración de temas como el amor, la soledad y la conexión emocional. En este cuento, el autor presenta a un protagonista que se caracteriza por llevar siempre un abrigo amarillo, un elemento distintivo que simboliza tanto su individualidad como el peso de su historia personal. La trama se centra en la relación entre este hombre y una mujer que, a pesar de sus diferencias y de las barreras que existen entre ellos, lo ama profundamente.

Faunes utiliza el abrigo amarillo como una metáfora de la complejidad emocional y la carga que el protagonista lleva consigo, lo cual también afecta su relación con la mujer. A través de descripciones detalladas y un estilo introspectivo, el autor crea una atmósfera de melancolía y nostalgia que atrapa al lector, invitándolo a reflexionar sobre los vínculos humanos y las emociones no expresadas.

Sin embargo, este es un solo un cuento de una selección interminable de víctimas de la dictadura. Insisto, este libro nos devuelve a las historias que necesitamos, a los textos de enchiridiones, grimorios y pentáculos para extraer un poderoso sortilegio que nos devuelva la UTE, el cine Lido, Windsor, el tren elquino, la bartola, el Dante, el Golf, la casa García, la Estación San Eugenio y la piscina Munt.

La porfiada historia de este Fahrenheit 451, el ultimo sitio para encontrar los cuerpos de estas presencias: Ana María Puga Rojas, 25 años, profesora y actriz y Alejandro de la Barra Villaroel, 25 años, cientista político, asesinados frente al jardín infantil de su hijo. Federico Renato Alvares Santibáñez, 32 años, profesor. José Bordas Paz, 31 años, casado 2 hijos Teobaldo Tello Garrido, 25 años, fotógrafo. María Cristina López Steward, 21 años, estudiante de historia. Bautista Van Schouwen Vasay, 30 años, Médico. Patricio Munita Castillo, 22 años, estudiante de Derecho. Víctor Jara Lidio, 40 años, compositor Folklorista. Michelle Marguerite Peña Herreros, estudiante de Ingeniería Usach. Salvador Guillermo Allende Gossens, 65 años, medico, Presidente. Marta Lidia Ugarte Román, 42 años, Profesora. Jaime Vásquez Sáenz, 27 años, estudiante de Construcción Civil. Hugo Norberto Ratier Noguera, 39 años, argentino. Alejandro Salgado Troquian, Veterinario. Sergio Peña Diaz, 36 años, Veterinario también. Arturo Jorge Villavela Araujo, 38 años, ingeniero químico. Lucia Orfilia Vergara Valenzuela 31 años. Eugenio Iván Monti Cordero, 29 años, Ingeniero Mecánico. Caren Margarita Díaz Darricarrere, 24 años, Estudiante de Enfermería, Alan Roberto Bruce Catalán 24 años, estudiante de Ingeniería Civil, Claudio Ricardo Faunes Amigo, Abogado hermano del autor. Eduardo Manuel Ojeda Disselkoen, 31 años, Ingeniero Mecánico. Miguel Henríquez Espinoza, 30 años, Médico. Luis Julio Guajardo Zamorano, 22 años, estudiante de Ingeniería. Sergio Daniel Tormen Méndez, 25 años, ciclista. Horacio Neftalí Carabantes Olivares, 21 años, comerciante.

Los nombres cobran vida en el libro de Martin Faunes, el tiempo vuelve atrás como en el poema de Gonzalo Millán. “Los campos de concentración se vacían. Aparecen los desaparecidos. Los muertos salen de sus tumbas. Los obreros desfilan cantando ¡Venceremos!

Es que el pensamiento colectivo los devuelve a nuestra presencia, mientras los invoquemos estarán con nosotros por siempre, para que no sea la tinta una huella de olvido. Para que el recuerdo del abuelo carpintero de Martín, que se empeñaba en hablar cosas de grandes, se escuchen con respeto: la madera perdía la nobleza con clavos y tornillos, los buenos muebles se arman sólo con tarugos, ensambles y cola de carpintería, así su nobleza perdura y se acrecienta con los años.

Si contamos la semblanza de nuestros héroes, los salvaremos del sueño eterno al que parecen condenarlos. Renaciéndolos en un horizonte de tiempo que no vemos, devolviéndolos a su justo lugar en la historia. Por estar construidos de madera noble con tarugos, ensambles y cola de carpintería”

De izquierda a derecha Federico Gana, Martín Faunes (el autor), Felipe de La Parra y Carlos Salazar.

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