El autor comenta “Se dice que la historia la escriben los vencedores. Siempre me intrigó esa sentencia popular porque, además, se presta para muchas injusticias, inexactitudes y fácilmente falta a la verdad”. Y la historia lo demuestra, incluso en aquellas guerras supuestamente justas. El ganador sube al trono, dicho en términos actuales, se apodera de los medios de comunicación y del poder económico; además, la victoria le da un estatus de credibilidad, por tanto, acomodar su éxito ante la historia le está permitido, o al menos nadie se atreve a criticar.
Es una novela, un sueño que se vio envuelto en circunstancias sociales de la época, que además tuvo una resonancia mundial. Y los personajes estuvieron allí, sin proponérselo; pero dispuestos a lidiar con la adversidad de las circunstancias históricas. La vida -el destino para otros- los envolvió, sin vislumbrar siquiera que un acontecimiento nacional de enorme trascendencia sería el marco en el que se desarrollaría su historia.
La novela cuenta esa historia con la verdad de los acontecimientos, tal como sucedieron. Es rigurosamente cierta y apegada a los hechos reales.
La Universidad de Concepción fue el marco donde se desarrollaron los acontecimientos. Hermosa Ciudad universitaria, laica y activa como pocas entre las universidades estatales de Chile.
El autor señala que cuando estaba terminando el libro, por curiosidad entró a una ONG ecuatoriana que lleva el nombre de un ilustre artista de fama mundial: Guayasamín. En su página aparecía una entrevista que se le hizo a la madre de Felipe Campos Carrillo, uno de los alumnos asesinados por los medios de represión de la dictadura, y ella respondió con mucha serenidad a la pregunta. ”¿Tiene rencores contra Chile y los policías que asesinaron a su hijo?” ¡No, yo ya los perdoné!
COMO YO LA VIVI. Novela. Impreso en oct de 2021, Gráfica Lom ISBN 978-956-9283-40-6. 163 páginas. En venta en la librería de Marcoleta y pedidos por mail al autor: edgardo.hidalgo.c@gmail.com